Cuando un paciente padece de depresión o ansiedad, por lo general, también sufre de sedentarismo (en mayor o menor medida).
Es algo que resulta preocupante; desperdiciar más y más tiempo solo puede acarrearnos problemas de carácter mental. Por ello, recordamos que a la hora de llevar una vida saludable es igual de importante priorizar nuestra salud física como la mental.
Con el ejercicio también se pueden prevenir y mejorar diversos problemas de salud, como hipertensión arterial, diabetes, artritis, etc.
Los vínculos entre depresión, ansiedad y ejercicio son importantes, habiéndose demostrado cómo al ejercitar el cuerpo y realizar actividades físicas disminuyen los síntomas de depresión o la ansiedad. En definitiva, el deporte contribuye a que nos sintamos mejor, con toda la profilaxis mental que este supone.
Así y en el corto plazo, el ejercicio puede impedir que reaparezcan síntomas de la depresión. También resulta muy útil a la hora de prevenir recaídas.
¿Qué factores ayudan contra la depresión y ansiedad?
Realizar ejercicio diariamente nos aporta grandes beneficios anímicos ante problemas como la depresión como:
– Nos ayuda a solucionar problemas.
– Libera endorfinas que nos hacen sentir bien.
– Contribuye a aumentar nuestra interacción social.
– Reduce el grado de las preocupaciones percibidas.
– Nos aporta confianza en nosotros mismos.
– Recuperar la disciplina que se suele perder durante la depresión.
¿Cuánto tiempo deberíamos invertir en trabajar nuestro cuerpo diariamente?
Importante: Las pautas que figuran a continuación lo son solo a modo orientativo.
-Niños entre 6 y 12 años: Un mínimo de 60 minutos al día realizando ejercicios de cardio como fútbol, baloncesto, tenis, bicicleta…
-Adolescentes entre 12 y 17 años: Un mínimo de 90 minutos al día de ejercicios como fútbol, baloncesto, tenis, bicicleta… todos ellos muy beneficiosos a nivel cardiovascular.
-Adultos entre 18 y 25 años: Realizar ejercicios vigorosos, con la finalidad de fortalecer todos los músculos del cuerpo, entre 60 y 120 minutos al día. En esta etapa es importante no realizar sobre esfuerzos temporales que no son beneficiosos para la salud.
-Adultos entre 25 y 50 años: Mantener rutina de ejercicios con el objetivo de seguir fortaleciendo los músculos, priorizando de igual manera los ejercicios beneficiosos a nivel cardiaco como montar en bicicleta, salir a correr o pasear…
-Adultos mayores de 50 años: Crear rutina muy poco vigorosa, priorizando los ejercicios beneficiosos de cardio como pasear o montar en bicicleta, sin realizar sobre esfuerzos durante al menos 30 minutos al día.
En cualquier caso y atendiendo a las necesidades de cada persona, es importante que un especialista en medicina deportiva nos prescriba las pautas más adecuadas para nuestra condición física en ese momento. Es la mejor manera de prevenir lesiones y de llevar una rutina acorde con nuestras necesidades y nuestra condición.